martes, 2 de junio de 2009

Critica de disco - Oxígeno (Los Gardelitos) (01-06-09)

Oxígeno

Los Gardelitos demuestran en su cuarto disco que hay vida después de Korneta.

Con más de diez años de historia, Los Gardelitos han sorteado varias etapas en su tiempo de vida. Desde los comienzos como epopeya familiar a la aceptación masiva, pasando por el fallecimiento de su líder fundador y cantante, Korneta Suárez, el grupo ha ido aggiornándose para finalmente llegar a esta actualidad que los encuentra como trío de la mano de Eli Suárez en voz, Martín Ale en bajo y Horacio Ale en batería.
El primer track, “Oxígeno”, comienza sin respiro con la guitarra distorsionada de Eli que luego se va desvaneciendo de a poco para confundirse en “Cuidate del mundo” y da comienzo así a este manifiesto ecológico rockero (apoyado también desde la propia tapa del disco). En “Los penitentes” se comienza a vislumbrar un sonido moderno en donde los efectos de viola mantienen su protagonismo hasta el puente en donde aflora el sonido podrido.
“Sueños de metal” comienza con un pegadizo ritmo cabalgante para luego ralentarse mientras la voz de Eli se desplaza por los canales derecho e izquierdo gracias a un interesante juego de delay. En esta canción (compuesta, al igual que las demás, por Korneta) se observa el interés del malogrado líder por los cambios tecnologicos y las amenazas atómicas y regala frases punzantes como “el corazón del hombre es apenas un circuito integrado”.
El sexto tema, “Una roca en el humo”, ya había aparecido en el disco en vivo Ahora es nuestra la ciudad (2006) y aquí se presenta casi sin diferencias, sólo con un sonido más pulido y una prolijidad extrema. En “Crimen del autocine”, Los Gardelitos se acercan una vez más al punk desde su propia óptica para inmediatamente darle paso a la contagiosa “Mezclas raras”, el único tema verdaderamente nuevo, compuesto por Eli Suárez y que retrata acertadamente el comportamiento errático de cierta parte del público de rock y de la sociedad en general. El recuerdo de Cromañón llega en el estribillo (“el cielo se desploma sobre nuestras cabezas y a nadie le importa si estamos acá, bailando junto al fuego, buscando alguna luz en medio de esta oscuridad”)
“Dueños del poder” tiene una llamativa similitud con la versión rápida del clásico gardelito “Cobarde para amar” (es casi igual a excepción del estribillo) y “Volar” refleja el costado más sensible de la banda con la voz de Eli llegando a un punto emocionante. “Neanderthal” muestra al mejor Martín Ale con su bajo danzante y a su padre Horacio apoyando sólidamente desde la batería.
Pasada la historia suburbana de “Calles calientes”, nuevamente la sensibilidad se hace presente en la estupenda “Donde las lunas despiertan”, un tema que bien podría haber formado parte del primer trabajo de Los Gardelitos hace más de diez años. Una típica letra de Korneta en donde intenta escaparse del ritmo de vida actual y dispara frases tan certeras como “toda la ciudad se mata corriendo, yo sólo quiero descansar”. Sobre el final, “El sobreviviente” (también aparecida en el álbum en vivo del 2006) cierra el concepto de crítica social.

Luego del fallecimiento de su líder fundador, Korneta Suárez en 2004, Los Gardelitos han sabido reponerse a esa desgracia y en su formación de trío salen bien parados en este nuevo álbum. La incógnita abierta es saber si Eli Suárez finalmente se dedicará de lleno a sus propias composiciones o seguirá únicamente la ruta trazada por su padre.

Christian Alliana para www.elbondi.com

Cobertura Parliament/Funkadelic - La Trastienda (19-05-09)

La Orgía Funk

George Clinton reventó La Trastienda tres días seguidos junto a sus Parliament/Funkadelic y brindó una fiesta inolvidable.

En tiempos en donde resulta difícil encontrar grupos nuevos con algo interesante para ofrecer, es más que saludable que una leyenda como George Clinton visite nuestro país junto a su combinado Parliament/Funkadelic. En su primera función, el día martes, La Trastienda se pobló de gente ansiosa por ver el debut de estos legendarios reyes del funk y, a pesar del precio de las entradas, el recinto estuvo colmado.
Apenas pasadas las nueve, una troupe casi circense fue invadiendo poco a poco el escenario y tomando posición para iniciar el rito con “Funk and Interllirie”. Cinco guitarristas, un saxofonista, varios cantantes y coristas, un tecladista, un baterista y un bajista, cada uno con un atuendo estrafalario, calentaron progresivamente al público durante cuarenta minutos hasta que George Clinton apareció finalmente con su paso lento y una sonrisa jamaiquina más grande que una casa (hecho que se acrecentó gracias al porro que le pasaron desde el público).
Con el director de la orquesta al frente, los P-Funk siguieron haciendo de las suyas en temas que incluyeron momentos psicodélicos mezclados con un poco de soul y, por supuesto, mucho de funk. Hubo homenajes a James Brown, en el interludio que lleva su nombre, y a Jimi Hendrix con “Maggot brain”, una oda en la cual los violeros se lucieron en sendos solos que erizaron la piel de los espectadores. Mientras tanto, en el escenario seguían entrando y saliendo músicos constantemente, las coristas cambiaban su vestuario y Sir Noise, un negro que pareciera practicar capoeira, continuaba mostrando carteles en contra de la banda como si fuera el malo de la película (“Fuck George” fue el más repetido).
La inmortal frase de Clinton, “Free your mind and your ass will follow” (libera tu mente y tu culo la seguirá) fue cantada por todos en el tema homónimo para que luego de “One nation under a groove” apareciera Mary Griffin, una tremenda cantante de blues que entregó su voz hasta terminar tirada sobre el tablado. Ya sobre el final, y luego de tres horas de show, la banda se despachó con todo el ritmo funk que los convirtiera en leyenda para que las mesas dispuestas en el lugar, que ya habían sido invadidas hace rato, quedaran definitivamente sepultadas en un mar de gente que bailaba frenéticamente.

Buenos Aires tuvo el privilegio de recibir a los Parliament/Funkadelic de la mano del histórico George Clinton, quien a sus 68 años, sigue llevando su nave funk a distintas estaciones y haciendo bailar hasta las paredes. Sería muy bueno que los P-Funk puedan venir todos los años para que, quienes no los vieron en esta oportunidad, no se pierdan esta experiencia única e irrepetible. Salud George, ojalá sigas liberando tu mente que nosotros te seguiremos!

Christian Alliana para www.elbondi.com

Critica de disco - Sin red (Oidosordos) (18-05-09)

Sin red

Oidosordos debuta con un excelente disco que sorprende por su calidad sonora.


Formados en 2001, Oidosordos ha recorrido un largo camino que desemboca en su primera grabación profesional recién en 2008. El resultado es Sin Red, un álbum cálido y sorprendente a nivel sonoro gracias a la intervención del ingeniero José García Rosa (también encargado de la mezcla y el mastering). Claro que la producción artística realizada por Sergio Berdichevsky y Gustavo Rowek aportó lo suyo para que el trabajo, grabado en el Estudio La Carpa perteneciente a los ex Rata Blanca, lograra sonar consistente. Una excelente foto en el arte de tapa, que muestra a un niño parado en la punta de un muelle, acentúa aún más el concepto del título del álbum y predispone a la escucha de un material arriesgado.
Un dulce arpegio de guitarra inicia los primeros segundos del disco para que luego la banda a pleno irrumpa con toda su fuerza en “Sé o no sé”. “Sin volver” continúa esa línea potente con las violas dando zarpazos en quintas mientras en “Oidosordos” se autorretratan y la base de Ariel Piuzzi en bajo y Mauricio Tovar en batería conforma una sólida pared. El hard rock se hace presente en “Rastros” mientras “El camino” es una power ballad esperanzadora que alcanza su clímax en el estribillo (“nunca dejé de soñar, por eso es que vivo”).
La guitarra de Adrián Longobuco se luce con un gran solo en “Tu canción” para que luego el cantante Claudio Vázquez verse sobre la sensación de velocidad en la rutera “A fondo”. El único punto flojo del álbum es cuando caen en el innecesario relato cocainómano de “Solo” pero se redimen con la experiencia casi traumática que plantea “Tiempo”. El sonido sureño de violas abre el último tema, “Verte soñando”, en donde la banda suena más descomprimida y le da un justo aire al concepto global del disco.

El debut discográfico de cualquier banda siempre es complicado debido a la inexperiencia en el estudio. Sin embargo, Oidosordos ha sabido resolver este inconveniente de la mejor manera y ha logrado alcanzar un gran resultado que deja muy bien posicionado al cuarteto.

Christian Alliana para www.elbondi.com

Critica de disco - Desde adentro (Submisión) (18-05-09)

Desde adentro

Submisión continúa en su segundo disco la línea del punk rock melódico.

Proveniente de Escobar, Submisión lleva editado dos demos (Cuanto valés de 1996 y ¿Libertad? De 1999) y un primer disco de siete temas llamado Cayendo y lanzado en el 2003. Habiendo compartido escenarios con Attaque 77, 2 minutos, Cadena Perpetua y Flema entre otros, también han participado con éxito del Bombardeo del Demo organizado por Rock and Pop y algunos de sus temas fueron elegidos por el programa de TV Gravedad Zero de ESPN. En 2007 lanzaron su segunda placa, Desde adentro, que fue grabada en el Estudio La Carpa y producida por los ex Rata Blanca, actuales Nativo, Sergio Berdichevsky y Gustavo Rowek.
En un comienzo potente a puro punk rock (“Desaparecer”), Submisión deja en claro de qué la va el disco. “Ya no queda nada” se asienta en la densa base del baterista July y el bajista Loca mientras en “La respuesta” vuelven a acelerarse y se ponen pesimistas ante la situación social con frases categóricas como “la respuesta está en la muerte”. Pasado “Basta”, en “Detrás de la pared” aparece un interesante trabajo en las guitarras de Seba y del cantante Pol que le imprimen un poco más de fuerza al asunto.
El tema que da nombre a la placa, “Desde adentro”, continúa en la misma línea del punk melódico de bandas como Smitten o Shaila, al igual que “Sigue y cambia”. También se permiten cantarle al amor en “Cuando tenga alas” y en “Desorden” exploran algunos cambios de ritmo en menos de dos minutos. El cierre llega con “Siempre” en donde en el puente se cuelan aires de reggae.

En tan sólo treinta y tres minutos y diez canciones, Submisión resume su propuesta basada únicamente en el punk melódico.

Christian Alliana para www.elbondi.com