domingo, 17 de mayo de 2009

Critica de Disco - Si hay (Vía Varela) (11-05-09)

Si Hay..
Cuarto disco para Via Varela, nuevamente con la producción de Pepe Céspedes y Oscar Righi de Bersuit.

Nacida en 1990 en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, Vía Varela ha atravesado varios cambios de formación y parates indefinidos. Sin embargo, desde la edición de Picado Grueso en 2005 la banda ha vuelto al ruedo comandada como siempre por el carismático Limón García, ex integrante de Bersuit en el período 1996-1998. Y precisamente en esta ocasión los bersuiteros Pepe Céspedes y Oscar Righi se hacen cargo de la producción, como ya ocurriera con el disco anterior. Desde el diseño de tapa, caracterizado por un árido terreno en el que se asoma una planta y los puntos suspensivos del título, la apuesta parece venir por el lado de la incógnita pero ésta se revela en el primer track.
El comienzo potente de “Sin alas” marca un poco el concepto del álbum, con violas entrecortadas, el bajo y la batería bien pegados y la voz rota de Limón desgranando cada palabra. En la rockera “Volveré” se hace presente el teclado de otro Bersuit, Juan Subirá, pero que realmente se luce en el tema que le da nombre a este trabajo, “Si hay”, apoyado también en el aporte tanguero de Patricio Bonfiglio con su bandoneón.
“Sombras” contiene unos arreglos interesantes (con Mauro Sarachian en chelo) que la hacen musicalmente la más arriesgada de los once tracks. El repique de batería a cargo de Diego Leroux inicia la bella “Solcito” en una interpretación más que tierna de parte de Limón junto a la exquisita guitarra acústica de Pepe Céspedes, quien luego aporta toda la solidez de su bajo en “Idiota”, un oscuro grunge que se descomprime en los estribillos.
“Huele a libertad” afirma la potencia de Vía Varela y se complementa con el costado cancionero que dejan ver en “La farolera”. A su vez, “Cata” acerca un poco de modernidad seguida de “Suerte” en donde se destaca un buen trabajo en las violas de Facundo López Burgos y Marcelo Molinari antes del denso final de “Ya se fue”, comandado por el pesado bajo de Juan Manuel Quiróz.

Vía Varela alcanza en Si Hay un muy buen disco, con una cuidada producción y un sonido notable que seguramente le traerán muchos beneficios a la banda liderada por Limón García.

Christian Alliana para www.elbondi.com

miércoles, 6 de mayo de 2009

Cobertura Mud Morganfield - La Trastienda (25-04-09)

El hijo del blues

El viernes por la medianoche, Mud Morganfield se presentó por primera vez en nuestro país ante un público que lo esperó durante muchos años.

La historia de Mud Morganfield es la de una persona que, nacida bajo el nombre de Larry Williams, vivió parte de su infancia sin saber quién era su padre hasta que su madreMildread McGee le confesó que su progenitor era nada más ni nada menos que el legendario Muddy Waters. Y si bien Mud no se dedicó a la música desde pequeño, luego de un accidente en una ruta y de recurrentes sueños con su padre, se volcó definitivamente a mantener vivo el legado de su antecesor.

El viernes por la noche en La Trastienda, la expectativa era grande por saber si Morganfield sólo es un hombre que no tiene más mérito que ser “el hijo de” o también cuenta con un plus extra para ofrecer (aunque ya cuenta con un disco solista, Fall Waters Fall de 2008). Y la sorpresa fue grata cuando se comprobó que esta segunda opción era la correcta. Con un comienzo netamente instrumental a cargo de la Kilkenny Blues Band, constituida íntegramente por músicos argentinos, la velada arrancó de manera puramente musical hasta que con “Walking through the park” y “I´m a king bee” apareció en escena el negro cantante, vestido de impecable traje, y se sentó en el centro para aportar su grave voz.

A partir de allí, se sucedieron una serie de clásicos del blues que tuvieron en “Travel no more”, “Hoochie coochie man” y “Baby please don´t go” a sus mejores exponentes. Mud sorprendió a todos cuando, durante “She´s nineteen years old”, bajó del escenario y caminó por entre las mesas y se detuvo a cantarle esa canción a una joven dama. Obviamente la ovación no se hizo esperar. También hubo lugar para que se luciera cada músico de la banda como el guitarrista Roberto Porzio con su slide lloroso en “Honey bee”, el bajista Gustavo Rubinszteincantando estrofas de “Caldonia” o el maestro Rubén Gaitán soplando su armónica con clase durante toda la noche.

Sobre el final, y luego de dos nuevos instrumentales, subió Sarco de los Ratones Paranoicos y sumó sus punteos bluseros que arrancaron numerosos aplausos del público. “Forty days and forty nights”, “Manish boy” y la festiva “Got my mojo working” fueron el cierre para esta noche esperada por muchos. 

Mud Morganfield llenó La Trastienda con la excusa de tributar a su padre, el gran Muddy Waters, pero a fuerza de carisma y una voz similar a la de su progenitor, sacó adelante un show en donde el principal ganador fue el blues.

Christian Alliana para www.elbondi.com

Critica de Disco - Pequeño Buda (De Cero) (21-04-09)

Pequeño Buda

De Cero debuta con un disco de rock and roll que hace hincapié en el hard rock.

Proveniente de Montevideo, Uruguay, De Cero es un proyecto encabezado por el productor Alejandro Fontaina en voz y a quien se le sumaron en la grabación dePequeño Buda los siguientes músicos: Agustín Villariño, Leandro Coppola y Pedro Alemany en guitarras, Daniel "Chino" González en batería, Gonzalo "Pichu" Horjales en bajo y Martín "Sheffa" Giorgieff en piano.

En su país natal, esta banda se caracteriza por proponer shows innovadores como “Humor Rockero, Fútbol y Psicoanálisis” que contó con invitados como Mil Hormigas de Argentina (la banda que lidera el Rifle Pandolfi), Alvarito Pintos (Cuarteto de Nos) y los periodistas deportivos Rafa Cotelo y Marcos Morón. A su vez, se podían observar obras de arte realizadas on stage por el pintor y tatuador Harry Tattoo, degustaciones de vinos y proyecciones.

“Doble vida” es la que abre el juego de Pequeño Buda con un hard rock de estilo ochentoso en el que se destaca el sonido guitarrero que será una constante a lo largo de todos los tracks. Inmediatamente, el ritmo galopante de “Es hoy” se abre paso con una batería densa y un bajo gordo en un tema cuya letra despotrica contra la falsedad de la sociedad actual y que se pega a “Deborah ombres”, el corte difusión del disco, que brilla por su incendiario solo de viola final.

“Lily” es un medio tiempo en donde aparece el violín de Nicolás Tabush para matizar el clima de esta historia sobre una sustancia adictiva que necesita el protagonista de la historia para vivir en un mundo ideal. Continuando la línea tranquila, “A mi muerte” es una ex canción de cuna ahora convertida en una casi balada con la fuerza que le imprimen los vientos dePablo Puntoriero, Marcelo Ferreira y Fernando Padilla junto al piano sentimental de Álvaro Villagra.

Pasada la furia de “Miserable”, llega “58.200” que refiere al kilómetro donde está ubicado el estudio Del Abasto (ahora Monsterland), en donde fue grabado el disco y que se transforma en un tema autorreferencial y de agradecimiento hacia los técnicos que trabajaron en el álbum. A continuación, “Pequeño Buda” es un rock potente dedicado a Sasha Fontaina, el fallecido hijo del cantante que fue autor del estribillo de la canción.

“A correr” pasa a toda velocidad en un rock and roll bien rutero que se engancha perfectamente con “Fiesta” en donde se siente la influencia del Pappo de Riff. “Cerrar” marca un final minimalista e íntimo, casi jazzero, con el bajo de Flavio Cianciarullo luciéndose sobre el saxo sensual de Pablo Puntoriero en la apuesta más audaz y certera del disco.

Los uruguayos de De Cero acentúan a través de once temas la vertiente del rock duro y cuentan con el respaldo de Flavio Cianciarullo, bajista de Los Fabulosos Cadillacs. 

 Christian Alliana para www.elbondi.com

Cobertura The B-52´s - Luna Park (15-04-09)

Manteniendo viva la fiesta

En su segunda visita al país, The B-52´s demostró por qué en más de treinta años de carrera ha sabido ganarse un lugar como una de las bandas emblemáticas de la new wave mundial.

Luego de 17 años, The B-52´svolvió a la Argentina para presentarse en la noche del miércoles ante un Luna Park que lució con sus clásicas butacas en la parte del campo. Apenas pasadas las nueve, el grupo de Athens salió a escena para el deleite de sus fans que desde el comienzo con “Pump” y “Mesopotamia” se mostraron exultantes ante estos músicos que ya superan los 50 años pero que aún así se mantienen intactos. 

Es que las vocalistas Kate Pierson y Cindy Wilson junto al cantanteFred Schneider y  el guitarristaKeith Strickland sacaron a relucir toda su estirpe new wave y contagiaron al público con sus movimientos en hits inoxidables como “Private Idaho” o “Roam”. Sin embargo, también aprovecharon la ocasión para mostrar temas de su último álbum editado en 2008 luego de un receso discográfico de 16 años. Así pasaron el tema que le da título al disco, “Funplex”, junto a  “Ultraviolet”, “Hot corner” y “Juliet of the spirits” cantado solamente por Kate y Cindy.

Las palmas de la gente acompañaron el ritmo de “el amor en el año tres mil”, como lo presentó Fred Schneider, o “Love in the year 3000” para ser más formales. Y si hay algo que cabe destacar de B-52´s es que el cuarteto histórico se sostiene definitivamente en sus músicos sesionistas, la bajista Tracy Wormworth y el baterista Sterling Campbell (ex Duran Duran y David Bowie) sumados al tecladista Paul, quienes forman una base sólida que les permite a los cantantes desenvolverse con total naturalidad.

Ya en la segunda mitad del show, “Channel Z” permitió a los norteamericanos demostrar que también pueden rockear e incluso coquetear con el punk en la furiosa “Strobe Light”. Pero obviamente, su fuerte, y el motivo por el cual la gente se acercó en buen número al Luna Park, es el costado bailable de la banda que explotó más que nunca con “Love Shack” e incluyó un exquisito intermedio de funky disco. Para los bises finales quedaron “Planet Claire”, “Let´s keep this party going” y la surfer “Rock Lobster” que cerró la intensa noche del miércoles.

Luego de su presentación en 1992 en el marco del Coca Cola Rock Festival en el estadio de Vélez, The B-52´s volvió nuevamente a la Argentina e hizo bailar durante una hora y media a todo el Luna Park con sus hits inolvidables y un profesionalismo envidiable.

Christian Alliana para www.elbondi.com

Critica de disco - Made of plastic (Plastic Fever) (09-04-09)

Made of plastic

Dance, hip hop y reggae se mezclan en el segundo trabajo de Plastic Fever.

Nacido en 2002 bajo la tutela de su fundador, Sebastián KadicPlastic Fever ha recorrido un camino que los ha llevado a presentarse en numerosas discotecas como Kika, Podestá, Spell Café y en radios como la Rock and Pop. En 2004 editan su primer disco, Clon O, de manera independiente y un año más tarde es reeditado por el sello Suramusic bajo el nombre Plastic Fever.

En 2008 finalmente aparece su segunda producción discográfica titulada Made of Plastic cuya portada simula ser una tarjeta de crédito de American Express. En esta ocasión el grupo integrado por el mencionado Sebastián Kadic en voz y producción, Flavio Fasanella en guitarra,Julián Heredia en teclados y las voces de Camila Sassot Viña y Jessica Zelazny explora en catorce temas las vertientes del hip hop y el dance con toques pop y una pizca de reggae.

La introducción lounge del disco da paso a Meliza Blanco yCarolina Martinez Olivares que, en su carácter de cantantes invitadas, abren el juego dance de “A penthouse in a cloud” para luego darle paso a la guitarra en contrapunto y reggae de “This road”. En “I´m the president”, Kadic se pone en la piel de un primer mandatario mientras advierte que “él es el presidente tratando de matar a todos” (¿George Bush cantando hip hop?).

“Rainy brake” cierra la etapa inicial del disco con un teclado misterioso y pasado “Escape from reality” llega  “El idioma del imperio”, paradójicamente el primer tema cantado en castellano y no en inglés como los anteriores. Lo más cercano al reggae aparece en “My house is made of ice” en donde el bajo marca bien la presencia de los graves antes que el instrumental “O-B-One (The guitar Jedi)” homenajee a Las Guerras de las Galaxias.

Daniel Alvez se suma con su rap en “Argentino Style” nombrando algunas vivencias en zonas del Gran Buenos Aires al tiempo que el teclado marca la melodía sobre una base programada que luego deriva en el psicodélico y suspensivo final de “David Crapman”.

Made of Plastic llama la atención por su combinación de dance con hip hop y reggae, lo que convierte a Plastic Fever en una banda casi pionera en este género que busca abrirse paso con la siempre difícil misión de cantar en inglés pero que, a su vez, se destaca por su búsqueda sonora.

Christian Alliana para www.elbondi.com

Cobertura Quilmes Rock - Día 3 (04-04-09)

Todo sigue igual

Fidel, Kapanga, Los Cafres y Divididos se presentaron en el día 3 del Quilmes Rock en donde se destacó el show de la aplanadora del rock.

Como ya es costumbre, en esta nueva edición del Quilmes Rock no podía faltar el día que se viera amenazado por la lluvia. Por eso cuando el sábado a la madrugada se largó un fuerte temporal, muchos de los que asistirían a la tercera jornada del festival cruzaban los dedos esperando que la situación mejorara para poder disfrutar de sus artistas preferidos. Y al parecer, los rezos surtieron efecto ya que durante el día la brisa propia del otoño reemplazó a las nubes negras y despejó el cielo en el estadio River Plate.

Fidel Nadal fue el encargado de abrir la fecha aprovechando el buen momento por el que está pasando gracias al éxito de International Love, su disco editado el año pasado. Precisamente “My princess”, proveniente de ese álbum, fue la que rompió el hielo en un set list que hizo foco en las tres últimas producciones del ex cantante de Todos Tus Muertos. Así fueron pasando “Gracias”, “Carita de alfajor”, “Trabajo de hormiga” y “Emocionado” antes del esperado cierre con “International Love”.

A continuación, y cuando el estadio de River iba tomando color de a poco, Kapanga apareció en escena con “Fumar” y el ritmo cuartetero de “Mesa 4”. Los clásicos llegaron con “Me mata”, “El Universal” y “Ramón” mientras que durante “La taberna” homenajearon a Kiss (“I was made for lovin’ you” con pisada de pollitos incluida) y a Serú Girán (“Seminare”). También hubo lugar para que adelantaran un tema nuevo llamado “Todo terreno”, que sigue la línea kapanguera, y se despidieran con “El mono relojero” cerrando así un set a los que ya nos tienen acostumbrados en todos los festivales en los que se presentan.

Continuando con la onda reggae que había iniciado Fidel, Los Cafres aprovecharon la ocasión para hacer valer el título de banda más grande del género y entregaron una lista integrada en su mayoría por grandes éxitos. “Keep on movin” sirvió de tributo a Bob Marley mientras que “La receta” despertó a los viejos seguidores que continuaron bailando gracias a una tanda de enganchados que incluyó “Mostrame como sos”, “Suena la alarma” y “Hace falta”. Sobre el final, “De mi mente”, “Bastará” y “Si el amor se cae” fueron las más festejadas por el público.

Finalmente, luego de tanta onda roja, verde y amarilla, Divididos subió al escenario del Quilmes ante un estadio que ya estaba casi lleno. Sin embargo, el comienzo rompió el “manual de festivales” ya que se dio con “I want you”, que muy pocos conocían a pesar de ser un tema de Los Beatles, pero que sirvió para ver otra faceta del power trío. Ya con “La ñapi de mamá” la gente entró en clima y disfrutó de la potencia de “Elefantes en Europa”, “Rasputín” y “Hombre en U” (que se incluirá en el próximo trabajo discográfico).

La performance de Diego Arnedo en el medley “Qué tal/Hombres huecos/Azulejo” dejó a todos atónitos mientras que “Spaghetti del rock” sonó conmovedora como pocas veces. Otro nuevo tema (que figuraba en la lista simplemente como “Blues”) recordó a los chicos del Colegio Ecos que perdieron la vida en un accidente de tránsito en Santa Fe mientras desde las pantallas se veían a distintas figuras del espectáculo que también apoyan la causa “Conduciendo a conciencia” encabezada por los familiares de las víctimas. Otra tragedia que se recordó involuntariamente fue la de Cromañón, cuando un idiota encendió una bengala durante “Paisano de Hurlingham” y debido a esto se tuvo que detener el show. El final llegó con el popurrí de Sumo que incluyó a “Mejor no hablar de ciertas cosas”, “Estallando desde el océano” y “No duermas más” y le dejó el escenario caliente a Los Piojos.

En su tercera jornada, el Quilmes Rock entregó buenas bandas que ofrecieron sus sets apoyadas en sus grandes éxitos y que tuvo a Kapanga y Los Cafres como las mayores perjudicadas por un sonido que por momentos era poco claro y desprolijo. El punto alto fue Divididos quienes con su clásica potencia lograron sobresalir en una fecha signada por la previsibilidad de los shows.  

Christian Alliana para www.elbondi.com


Cobertura Blues Motel - Teatro Colegiales (28-03-09)

Dieron Magia

Blues Motel festejó sus veinte años desempolvando viejos temas y regalando los clásicos de siempre.

El último sábado mientras en el margen oeste de la Capital, más de cuarenta mil metaleros
 vibraban con Iron Maiden, en el Teatro Colegiales se vivía otra fiesta, un poco más íntima pero igual de intensa. Es que Blues Motel festejaba sus veinte años de vida con un show que quedará guardado para siempre en las retinas de los espectadores y que sirvió para confirmar nuevamente a los de Tigre como una de las mejores bandas de rock and roll nacional.

Pasadas las nueve y media de la noche, “Dame magia” abrió el juego seguida de “Mira como estás” y ya desde el comienzo el cantanteGabriel “Gaba” Díaz comenzó con su baile frenético. La batería deRafael Gildenberger marcó el ritmo de “Es un círculo” que contó con proyecciones casi pop y dio paso a “No me puedo quedar” con la mágica guitarra invitada de Miguel Vilanova, un viejo amigo de la casa que deleitó a todos con su sentimiento blusero. “Nunca tuve que buscarte” fue también dedicada al ex artista conocido como Botafogo y “Es hora de volverlo a hacer” generó la primera emoción de la noche mientras la gente coreaba el clásico “y vamos, vamos Blues Motel”.

“Con vos”, proveniente de En la casa de piedra (2006), tuvo una versión más podrida que la de estudio al igual que “Voy subiendo”, que ya empieza a tomar un gustito especial en su variante eléctrica. Seguidamente “La locura” se pegó al recuerdo de Pappo gracias a “Juntos a la par” en donde Gaba se calzó una bonita guitarra acústica y Nacho Piedrabuena acompañó en la viola rítmica. Como no podía ser de otra manera, los viejos seguidores de Blusmo tuvieron su reconocimiento con dos temas de Volumen 1 (1994), el primer disco de la banda: “Bajo la ciudad” y “Aunque a veces”, cantada por el guitarrista Adrián Herrera, que contó con la participación del “Chino” Sena en trompeta.
 
La recta final incluyó “Alegrías del hogar”, “Sigo” y el clásico “Brujos” aunque tampoco podían faltar las canciones más melódicas como “La mañana después” (con una gran performance de 
Sebastián Voyajtides) en la que las chicas aprovecharon para acercarse a sus novios u ocasionales amantes. “Tren y canción” y “El indio” generaron un intenso pogo al tiempo que todos bailaban el “Rock and roll en la carretera”. Con “Sway”, Blues Motel confirmó que no explota la fórmula rollinga sino que la interioriza, la digiere y la devuelve con un estilo propio aún cuando se meta con ese temazo de Sticky Fingers made in Jagger-Richards y luego le peguen “Ángel” para finalizar así la fiesta.

En su primera presentación del año en Capital, Blues Motel dio un excelente show en el Teatro Colegiales para festejar los veinte años de su primer recital y entregó temas de todas sus épocas ante una audiencia que no dejó de cantar por ellos en toda la noche.

Christian Alliana para www.elbondi.com

Fotógrafa: Anabella Reggiani