jueves, 29 de mayo de 2008

Indio Solari - Anfiteatro de Jesús María, Córdoba (12-04-08)

El puerco más rico

El Indio Solari presentó “Porco Rex” en Jesús María para el deleite de cuarenta mil espectadores.

Durante toda la tarde del sábado la ciudad donde se realiza el Festival de Doma y Folklore fue recibiendo cordialmente a los miles de ricoteros que se iban acercando. La previa se vivió en calma con la mayoría de la gente apostada sobre las vías del tren cantando temas de Los Redondos como en las viejas épocas. A pesar de que, como dice una legendaria frase, “lo único posible para entender, es participar”, esta crónica intentará brindarles una idea de lo que pasó en Jesús María este fin de semana.

Pasadas las nueve y veinte de la noche, las luces del Anfiteatro “José Hernández” se apagaron y una música al mejor estilo superhéroe sirvió de introducción para dar paso al riff de “Pedía siempre temas en la radio”. “¿Cómo están? Tanto tiempo” dijo el Indio Solari y enseguida dio pie a “Ramas desnudas”, que sonó hipnótica y bella con el aporte del slide en la guitarra para que luego desde las pantallas, ubicadas atrás de la batería, las imágenes brillantes y psicodélicas de los puercos adornaran los “Martinis y Tafiroles”.

Iban sólo tres temas y la temperatura ya empezaba a subir gracias al calor de los cuerpos y el agite de todos los presentes. Claro que cuando comenzaron los primeros acordes de “La hija del fletero” la algarabía fue aún mayor y las primeras lágrimas comenzaron a caer desde los fanáticos más viejos hasta los más jóvenes que no tuvieron la oportunidad de vivir las misas redondas. “Y mientras tanto el sol se muere” y “Tarea fina” cerraron el trío de canciones de amor a pesar de que el sonido recién se estaba poniendo a la altura de las circunstancias. “Un ángel para tu soledad” fue la encargada de cerrar la primera etapa y marcar el intervalo.

Luego de un breve descanso, el Indio y su banda, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, retornaron al escenario con “Nike es la cultura” pero promediando el tema, Solari dio la orden de pararlo ya que una zapatilla había impactado en su cuerpo. Encabronado, el ex cantante de Patricio Rey desafió a quien le arrojó el proyectil pero el incidente no pasó a mayores aunque muchos memoriosos recordaron un hecho similar ocurrido en el último show de Los Redondos en Córdoba, allá por el 2001.

Pasado el altercado, no se retomó el tema interrumpido y la banda pasó a “Sopa de lágrimas” cuya letra tiene una frase contundente: “¿Podré olvidarte? o me acordaré toda la vida de vos…”. Un punto negativo fue la pasividad y el silencio del Indio ante la aparición de bengalas y pirotecnia dentro del anfiteatro. Así como decidió parar un tema por un zapatillazo, es casi inentendible que el show no se haya detenido a pesar de las bengalas, teniendo en cuenta que las palabras de Solari son tenidas en cuenta por miles y miles de personas.

Pero volviendo a lo estrictamente musical, la mayor sorpresa de la noche llegó de la mano de dos temas redondos e impensados que exaltaron a todos: “Ella debe estar tan linda” y “Me matan limón”. Si bien la banda que acompaña al Indio se luce mucho más en las canciones de los discos solistas, los recuerdos ricoteros sonaron aceptables aunque es imposible no pensar en la ausencia de la viola de Skay cuyo estilo le imprime un sonido único e inigualable a la mística ricotera.

Para el final quedaron los últimos vestigios de “Porco rex”: “Vuelo a Sydney”, “¿Por qué será que no me quiere Dios?”, con un simpático pasito de baile del calvo cantante y “Flight 956” que fue la más festejada de las nuevas. Claro que todavía quedaba algo más del espíritu de Patricio Rey para cerrar la noche y así fue que llegaron “Nueva Roma”, “Juguetes perdidos” (una de las mayores obras de arte de la Historia de la música), una versión bastante cool de “El infierno está encantador esta noche” y, obviamente, el gran himno ricotero “Jí jí jí” que nuevamente provocó el pogo más grande del mundo.

Luego de dos años sin presentarse en vivo, el Indio Solari volvió con todo a los escenarios e hizo vibrar durante dos horas a todo el Anfiteatro de Jesús María. Se lucieron los temas de su último disco solista y el recuerdo de Los Redondos dijo presente en más de una oportunidad. Como punto negativo se puede señalar la falta de pantallas a los costados del escenario que impidió ver con claridad lo que pasaba en escena y la aparición aislada (pero aparición al fin) de algunas bengalas. Puntos a tener en cuenta para el próximo 5 de julio cuando el Indio desembarque en Tandil y la fiesta ricotera se traslade a la provincia de Buenos Aires.

Christian Alliana para www.elbondi.com
Fotógrafo: Beto Landoni

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