martes, 27 de mayo de 2008

Black Amaya Quinteto - El Condado (21-04-07)

Negro Blues de Otoño

El Black Amaya Quinteto brindó el pasado sábado una gran noche de blues y rock en El Condado. Por si esto fuera poco, el escenario de Palermo fue testigo del reencuentro de dos amigos luego de más de tres décadas.

Históricamente, el blues es esa música triste que habla de hombres en desgracia y que se escucha en bares oscuros y sucios de la ciudad. Y qué mejor que alguien que es parte de la historia grande del rock argentino se encargue de transmitir esa emoción. De la mano del Black Amaya Quinteto, El Condado se vistió de fiesta para vivir una gran noche de rock and blues.

El comienzo del recital fue con el clásico “Trouble no more” pero en versión instrumental. Inmediatamente después hizo su entrada en escena, el cantante Diego Czainik y se despacharon con un interesante boogie.

En “Blues de Otoño”, el negro Black Amaya pifió la introducción y el desliz fue perdonado por el público quien por medio de aplausos le hizo sentir su apoyo al ex baterista de Pescado Rabioso. Sin dudas, esto significó una bendición para el Negro, al que se lo notaba entre nervioso y contento por la importancia de la fecha. En un día tan gris como fue el sábado, este tema cayó como anillo al dedo y permitió los arrumacos de las parejas presentes.

Para enmendarse de su pifie, Black comenzó a toda máquina el “Blues desde la cárcel”, tema en el que apareció el slide en los dedos de Santiago “Rulo” García. El joven guitarrista se lució como en toda la noche, interpretando los temas sin tanto virtuosismo pero dándole el feeling justo a las canciones.

La influencia del gran maestro Javier Martinez se hizo presente al sonar “Avellaneda Blues”, y esa letra magistral casi tanguera se hizo noche. El sólo de Nico Rafetta (teclados) y el medio bien intenso le imprimieron al tema una oscuridad propia de bodegón.

En esta ocasión el cover de los Stones fue el rock and roll “Oh Baby (We Got a Good Thing Goin')” que fue dedicada por Diego a su mujer y a su hija.

Presentada por Black Amaya como “la única chica de 17 años que conozco que le gusta el blues”, la joven Luli Valdes se hizo cargo del bajo para “Mujer de Carbón” de Los Gatos, banda pionera del rock por estos pagos. Un toque femenino que le vino bien a una noche tan masculina.

El primer tramo del show llegó a su fin con “Shake your money maker” dedicada a los seguidores de Aldo Bonzi, canción en la que se lució Alejo Urbani con un increíble solo de contrabajo.

Pasados los diez minutos de descanso llegó el turno de un mini set acústico en el que Black tocó la electroacústica sentado en una silla y Nico Rafetta demostró que también sabe tocar muy bien la armónica. Siguiendo con el clima distendido, el zurdo Juan Agustín Amaya subió para demostrar la herencia de su padre y tocar la batería en la versión argenta de “Rock me baby” (B.B. King).

El siguiente instrumental fue “Movin out” de Johnny Johnson para el cual subió una parejita a lustrar el piso del escenario a puro baile rocanrolero y también demostrar que los del Quinteto estaban “Listos para el show”.

Entre los temas nuevos que presentaron se destacaron un blues lento con el slide del Rulo García haciendo llorar la viola y la historia de “Vera” que “pierde el control cuando escucha la banda tocar”.

La publicidad del show anunciaba invitados especiales para esta ocasión. Nadie sabía exactamente de quién o quienes se podría tratar, por lo que la incógnita se acrecentaba a medida que transcurría el recital. Pero pasadas las doce, el misterio se reveló cuando subió nada más ni nada menos que Luis Alberto Spinetta.

La emoción de Black era incontenible así también como sus nervios y la aclaración de que hacía 34 años que no tocaban juntos. Ni bien la viola roja del Flaco largó el primer sonido, todo lo previo fue olvidado y una poderosa versión de “Estado de Coma” (Invisible) sonó recordando que el prócer del Rock Nacional no se olvidó de sus orígenes. Y para afirmar esto, se pegaron dos clásicos de Pescado Rabioso: “Despiértate nena” y “Me gusta ese tajo” donde la voz del flaco se alternó con la de Diego. Fueron sólo tres temas pero que sirvieron para emocionar al público y recordar que los viejos baluartes del rock argentino siguen en pie y que no todo comenzó con bandas como La 25.

El resto del recital fue simplemente un regalo para todos los que se acercaron hasta El Condado. El final llegó con el tema que da nombre al disco del Quinteto: “Concarán” y con un clásico de Chuck Berry: “Oh Carol”.

Black Amaya Quinteto dio un show de altísimo nivel, un sonido impresionante y grandes dosis de blues y rock and roll clásico. Por si esto fuera poco, se dieron el lujo de invitar a Luis Alberto Spinetta y coronar así una gran noche que ya puede colgarse el cartel de histórica.

Christian Alliana para www.elbondi.com
Fotógrafo: Andrea Villa

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